Nuestra trayectoria (cuarta generación de hosteleros) comienza casi inconscientemente cuando, desde pequeños vivíamos de un negocio familiar en el que sin mayor ambición ayudabamos a nuestros padres los fines de semanaSalimos de Sigüenza a formarnos profesionalmente, pero las circunstancias provocaron un giro radical en nuestras vidas cuando nuestro padre tuvo que “levantar el pie del acelerador” del negocio. Así que decidimos regresar a nuestra localidad y sacar adelante el mismo, pero con una premisa fundamental: hacer lo que nos gustabaUn paso muy importante que requería un cambio de visión, tanto de concepto como de estructura empresarial. Nos sentamos y desarrollamos una nueva estrategia empresarialComenzamos con una transformación pausada y meditada, hasta el año 2010 en que nos sentimos preparados profesionalmente para poder decidir apostando por darle un giro más personalizado a nuestra cocina y posicionarnos en el mercado gastronómico, con nuestra identidad, con dos premisas fundamentales. La primera, ser conscientes de nuestro entorno y de los extraordinarios ingredientes de nuestra comarca, revalorizándolos y escenificarlos con una forma diferente, muy personal. La segunda disfrutar con lo que hacíamos, de nuestra cocina e intentar contagiarla y transmitir esa ilusión a quien nos visita